En Reencuentro, Larry (Steve Carell) emprende la lúgubre travesía que ha de llevarlo a lugar donde está el cadáver de su hijo. Una bala le segó la vida en la guerra de Iraq y él no quiere funerales protocolarios, ni discursos sobre dudosos heroísmos. Lo que quiere es regresarlo a casa y para eso busca la compañía de Sal (Bryan Cranston) y de Mueller (Laurence Fishburne), dos viejos compañeros de combate. En esta oportunidad el director Linklater relaja su estilo intimista y opta por conectores algo trillados y de menor voltaje. El sello permanece pero el esperado reencuentro con el artífice de esa joya llamada Boyhood, lo deja en deuda con sus seguidores. Vendrán mejores cosas.


 

Ir a la reseña (Andrés Quintero)
 

La historia de Power Paola, conocida en la película como Paola García, se convirtió en el motor perfecto para narrar, a través de técnicas menos usuales de animación, la historia particular de su vida, su entorno, su familia, sus caminos, vicisitudes, alegrías, fracasos y sueños. Con el cuidado que merecen los detalles que hacen parte de ese mundo casi irreal, la película da la posibilidad de sumergirse en Colombia y Ecuador de los años ochenta y noventa. Se siente en la atmósfera propia de la producción esa necesidad de reflejar a través de la ilustración no solo sentimientos, situaciones y acciones, sino una cultura, una comunidad y una forma de pensar especial.