Con sus altos y sus bajos, en Distinta Mirada siempre hemos encontrado semanalmente contenido (más precisamente películas de estreno) que consideramos reviste al menos -en el más extremo de los casos- un interés mínimo, no solamente para el equipo que conforma nuestro grupo de escritores, del cual dependemos, sino para los suscriptores del magazín y demás visitantes de nuestra página.
Durante un par de semanas, quizás desde el Eurocine 2019, los estrenos pasaron más por las "Alice, presencias malditas", "El manicomio, la cuna del terror" o "El sol también es una estrella", para mencionar diferentes extremos, y sin querer criticarlas como tipo de película ni mucho menos a sus espectadores, tenemos que admitir que desde nuestra perspectiva subjetiva, no obstante películas como la escondida "Pororoca", hubo un bajón notorio en el cine de nuestro interés, que trata de abarcar no solamente un tipo de cine, sino la calidad cinematográfica en sus diferentes géneros.
En momentos así es inevitable preguntarse si no era esta la oportunidad de traer una película como "If Beale Street Could Talk", ganadora de un premio Oscar este año pero que no aparece en el horizonte, para mencionar tan solo un ejemplo, y así evitar que se repita que películas como "La gran belleza", ganadora también de un Oscar hace unos años, o "The Ballad of Buster Scruggs", de los Coen, queden sin ser proyectadas.
Reiteramos que siempre estaremos presentes con el cine que nos une a nuestro lectores, seguros de que esta reciente coyuntura no volverá a ocurrir y, como comentario final, si bien la llegada del "buen cine" depende de políticas, ideologías y en algunos casos de cierto altruismo por parte de las distribuidoras y de las salas de cine, nosotros como espectadores somos una parte fundamental de la ecuación: el cine que llegará será el que históricamente apoyamos en las salas de cine.
Distinta Mirada
|